En el actual territorio de la Parroquia habitó la tribu de los Pimampiros. Pimampiro es un cantón de gran belleza natural localizado en la provincia de Imbabura. Está rodeado de montañas, páramos, valles y lagunas, así como gran cantidad de cultivos que son distribuidos dentro y fuera del país. Está ubicado en la parte nororiental de la provincia de Imbabura.
Pimampiro significa: poblado que está ubicado a las orillas de un río grande. Sus pobladores primitivos conformaron tribus, como los Caribes y los Arahuacos, que originaron el surgimiento de dos castas "los lachapis" para formar el pueblo Chapí y los Pimampiros. Estos últimos al ser dominados por los Caras, originaron un nuevo idioma como el Quichua. Las formas de gobierno fue el cacicazgo. Los aborígenes Pimampireños se dedicaron al cultivo de la tierra, principalmente de productos como: maíz, tabaco, coca, algodón. Es más, se considera que su fuente de riqueza constituyó el cultivo y comercialización de la coca, la misma que intercambiaban con oro, plata y animales traídos por otras tribus.
Se considera que este asentamiento humano existió antes de la venida de los Shyris en el año 930 d.C., aún se encuentran vestigios de esa época. Pero sobre todo, Pimampiro conserva los vestigios de la agricultura pre colonial, por ejemplo: terrazas, camellones, canales de riego, entre otros.
Las Terrazas Agrícolas del Cerro Cebadal son un claro ejemplo de estos vestigios. Están localizadas en la actual Hacienda La Meza. Se ha especulado que fueron escenarios muy apreciados por los Caranquis y los Incas debido a que eran las zonas de gran aptitud para el cultivo, sobre todo de la Coca.
Las terrazas se construyeron como sistemas de cultivos en laderas. Llevan este nombre por ser escalonamientos y modificaciones artificiales de la geografía del lugar. Son el testimonio de una obra compleja en la que consiguieron utilizar pronunciadas pendientes con el fin de ampliar el espacio de producción del cultivo agrícola. No tiene un patrón definido ni un ordenamiento exacto, tienen varias dimensiones y, más bien, una forma desorganizada de acuerdo a la topografía del terreno. Fueron construidas modificando la pendiente de la colina llamada El Cebadal, está conformado por muros de cangagua o acumulamiento de tierra en los bordes.
Las terrazas de Pimampiro permitieron proteger el cultivo y contrarrestar la erosión del suelo, también se ha sugerido que facilitaban el uso del agua, evitaban heladas y facilitaban el riego. Los vestigios de esta naturaleza superan las 2.000 hectáreas en la sierra norte del Ecuador, el cerro el Cebadal es tan solo uno de los 47 sitios registrados. Se cree que estas estructuras pertenecieron en el periodo de integración al pueblo Caranqui, y se mantuvo su uso durante el incario e inclusive se mantienen sembríos en la actualidad.
Años después la parroquia tuvo otros nombres como: La Montaña, La Colonia, El Monte, la Colonización. Pero el nombre actual nace de los grandes plantíos de sigses que habían en el sector, y de los Franciscanos que vivían entre los ríos Verde y Blanco, de ahí su nombre San Francisco de Sigsipamba.
En Sigsipamba ocurrieron muchos conflictos por la tierra, hasta la unión de los pobladores, dando lugar a los caseríos Ramos Danta y San Miguel, después de la colonización especialmente de colombianos, se forma la cabecera parroquial y caseríos como la Floresta, San Vicente, El Cedral, El Carmelo, San Isidro. Por la compra directa de la hacienda San Nicolás, surgen los caseríos de Bellavista, Shanshipamba y La Merced.
En 1943 se erige como parroquia civil del cantón Ibarra.